jueves, 15 de diciembre de 2011

A pasos de mi futuro

Los ojos de mi madre no tenían el mismo brillo que en la mañana. Pensé que quizás estaba cansada o por enfermarse. Su acercamiento fue seco y distante. En ese momento no me percate que intentaba esconder su tristeza. ¡Pobre! Ahora que lo pienso ella nunca estuvo de acuerdo...

-¡Hija! Arréglate, a la hora de la cena tendremos unos invitados muy especiales. No te preocupes por tus responsabilidades en la cocina, tu tía Emma vendrá ayudarnos.
-¿Quienes son esos invitados especiales?- Le pregunte a mi madre intentando ignorar su tono de voz triste,  incomodo.
-Cariño, no te preocupes por saber quienes son desde ahora. En su momento los conocerás. Ahora encárgate solo de arreglarte y verte hermosa.- Se despidió de mi, dándome un beso en la frente. - Te amo.


Le sonreí. Cuando ella salio de mi habitación, regrese a la ventana para ver si aquel chico del rostro triste había olvidado algo que lo hiciera regresar. Pero ya no estaba. Entonces mi cuerpo se dirigió al baño, me duche, me tire en la cama pero mi mente solo pensaba en él. ¿Es posible que me halla enamorado a primera vista?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por los pequeños golpecitos que dieron en la puerta de mi cuarto.

-Hija no tardes en bajar.
-No te preocupes papá, estoy en un momento.
-¿Qué es ese escándalo? ¿No me digas que aún no te has vestido por andar tirada en la cama soñando despierta?
Mi risa me delato. Mi padre me conocía mejor que nadie. Era un hombre sabio, amable, muy respetuoso y respetado en el pueblo. Comencé a correr por todo el cuarto hasta estar lista. -YfG²º¹¹
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