En ocasiones queremos tomar
decisiones pero nos aterra el pensar que quizás nos vamos a equivocar. Es ese
temor el que nos hace frenar en seco y retroceder. Preferimos guiar nuestras
vidas dando reversa por miedo a seguir adelante y ver que oportunidades hay en
cada semáforo que indica con la luz verde.
Cada parada tiene bancos vacíos que
esperan por nosotros/as y somos nosotros/as quienes decidimos sentarnos a
esperar a que pase la próxima oportunidad. Solo depende de ti y de tu valentía
el hacer el pare los segundos necesarios y continuar con tu trayectoria; vivir
la oportunidad y no esperar sentado/a porque quizás nunca pasara.
Solo tú decides a que velocidad guías tu vida. Solo
tú decides respetar las leyes de la vida. Debes estar conciente que cada ley
que violes tendrá su consecuencia. Ir a exceso de velocidad podría ocasionarte
muchos problemas al igual que ir a una velocidad extremadamente lenta.
YFG
3 enero 2010
Es solo cuestión de decidir...y que salga el tiro por donde salga...ya se nos ocurrirá algo.
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