Iris una joven de 17 años vivía en
el pueblo más pobre del país Avispa. Entre todas las damas era la más fea y
como si fuera poco también era desconsiderada. Pasaba sus días soñando con que
algún joven príncipe vendría a rescatarla de su desdicha y se la llevaría a
vivir muy lejos en algún castillo. Mientras toda su familia trabajaba muy duro,
Iris solo pasaba sus horas frente a su espejo peinando su encrespada cabellera
y repitiéndose a diario lo hermosa que era.
Un día de primavera llegaron los
caballeros del príncipe al pueblo. Pegaban por todas partes un anuncio que
indicaba: “Se busca Dama de Compañía para el Príncipe”. Iris no podía creer lo que leía.
-¡Por fin, mi sueño se
hará realidad!
Llegada
la fecha Iris vistió su más fino y caro vestido que compro gracias al dinero
que robo a sus padres. El mismo que utilizarían más tarde para pagar la renta
del pequeño-diminuto- cajón en el que vivían. Muy coqueta y segura de sí, fue
en busca de su sueño. Se encontró con una larga fila de jóvenes y adultas que
impacientes aguardaban su turno. Se percato que todas las mujeres que salían
del carruaje, lo hacían llorando desesperadas, cubriendo sus rostros. Iris como
se creía muy lista pensó:
-Todas lloran porque
ninguna es suficiente para el príncipe. Pero cuando me vea, quedará prendado de
amor por mí.
Con
una sonrisa en su rostro, espero paciente, hasta llegar su turno. Entre tanta
conmoción, no se percato que era la ultima en la fila. Respiro profundo, levanto
su rostro y con pasos seguros de dirigió al carruaje. Allí la esperaba el
príncipe Ramón, tumbado entre cojines, sin camisa y con una mirada devoradora.
Iris
triunfante, se dejo acariciar por aquel apuesto príncipe con aliento de perro.
Sus manos comenzaron a desplazarse por diferentes partes de su cuerpo incluso
por aquellas que nunca habían visto luz del sol. Para Iris nada de eso era
extraño. Pensó muy convencida:
- ¡Que suerte he
tenido. El príncipe ha quedado enamorado de mi belleza, me llevara a su
castillo, nos casaremos, seré rica y nunca tendré que regresar a este pueblo y
menos junto a mi familia!
Iris
permitió que su Príncipe hiciera con ella lo que quisiera. Llegada la noche el
príncipe Ramón le pidió que se marchara.
- Mañana enviaré a mis
fieles caballeros por ti. Te llevarán a mi castillo y serás mi Dama de Compañía
oficial.
La
joven no podía contener su emoción. Sonriente, risueña, salio del carruaje.
Para esa hora ya todos en el pueblo conocían las intenciones del príncipe. Un
grupo de adultos susurraban y cuando vieron salir a Iris tan emocionada, no
podían ocultar sus expresiones de espanto, de desapruebo.
Cuando
Iris llego a su pequeño hogar ignoro las lágrimas de su madre y la preocupación
de su padre.
- ¡Iris se han robado
todo nuestro dinero!
- Mamá, nadie robo
nada. Yo lo tome para comprarme este vestido. ¿Verdad que es hermoso? ¡Ahh!
Antes que lo olvide… Desde mañana ya no seré Iris la pobre que pasa hambre.
Desde mañana seré la Dama de Compañía del príncipe Ramón.
-¿Qué has dicho?-
Pregunto su madre con un hilo de voz.
-¿Acaso te volviste
loca? ¿Sabes lo que es ser Dama de Compañía de un príncipe? – Pregunto su padre
preocupado.
- Significa que se
casará conmigo y me convertiré en Princesa.
-¡Iris eso no es
cierto! Ser Dama de Compañía de un príncipe significa, permitir que el haga con
tu cuerpo lo que el desee.
-¡No se casara
contigo!
Iris
se marcho. No le interesaba escuchar las palabras de sus padres. Estaba muy
emocionada con su suerte y necesitaba preparar todo para el siguiente día.
Y
el siguiente día nunca llego. Se dice en el pueblo que el Príncipe viajo hasta
otro lugar en busca de una joven bella que lo hiciera suspirar y que tuviera la
belleza y el respeto por sí misma que Iris no tenía. Solo de esa forma el
Príncipe podría llevar a una Dama de Compañía a su reino.
Mientras…
Iris nunca cambio. Esperaba paciente la llegada del príncipe. Ignoraba las
lágrimas de sus padres al enterarse que se quedarían en la calle por no pagar
la renta de aquel cajón.
YFG ©2012
Mi santa madre se llama Iris y es peluita jijij pero no es así. Esa Iris se las trae
ResponderEliminarJajajaja me muero con tus comentarios siempre. =)
EliminarEsta historia esta bien fuerteeeee!
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