martes, 15 de mayo de 2012

No todo es como se escucha

Había una vez una niña de 5 años que amaba a su amiga Angélica. Para todos lados siempre la llevaba. Todos en la familia molestaba a la niña porque Angélica lucía cansada y gastada. En verano su familia organizo una fiesta en su cabaña en la montaña. Su padre le pidió amablemente que dejara Angélica en su habitación. En contra de su voluntad la niña acepto.

Hubo un accidente, la cabaña en incendió, todos salieron gritando ¡Auxilio!. Los paramédicos y bomberos no tardaron en llegar. Un bombero, el más joven pregunto si había alguien atrapado en las llamas y todos contestaron que no. En eso observa que la niña llora desesperadamente, con cautela se acerca y le dice que todo estará bien. La niña muy triste contesta que su Angélica esta atrapada en el fuego y que su tía Marta se enojara con ella por no haberla cuidado bien. El bombero preocupado, les grita a sus compañeros

-Todavía queda alguien atrapado. Se llama Angélica y se cree que esta en la última habitación.

En esos momentos todos comienzan a reírse. El bombero no sabe que sucede. Se detiene y contempla a sus compañeros y demás invitados de la familia. El padre de la niña le grita desde el banco en el que estaba sentado

-Olvidese de Angélica. Es solo una muñeca de trapo.



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