III. La llamada
(Ellos)
En efecto. Era ella. Lo supo por la respiración acelerada al otro lado del teléfono.
Podía imaginarla toda nerviosa, comiéndose sus pequeñas uñas. A juzgar por la
hora, sabía que no había podido dormir. Que lo extrañaba como él a ella. Y que
estaba furiosa por haber llamado primero.
- Hola. (Se apresuro a decir aquella voz al otro lado del teléfono. Era
suave, pausada, nerviosa) Solo quería decirte que mañana me iré del país. Comenzaré
una nueva vida y me casaré. Quería que supieras que fuiste el amigo que siempre
quise tener. Gracias por estar cuando te necesitaba. Gracias por sonreír y por
amarme tanto. Sé que tarde mucho en decirte, pero era muy orgullosa. Pero el
amor me cambio y gracias a eso pude llamarte y dar el primer paso. Espero que
en el camino puedas encontrar a una persona que te haga sentir como hoy me
siento; feliz, enamorada, bendecida. También espero que algún día la vida nos
haga encontrarnos para ver lo felices que somos… ¡Cuídate!
Silencio. Silencio. Y más silencio. Ya no había nadie al otro lado del teléfono.
Una lágrima rodaba por su mejilla, y luego otra y muchas más. Esas palabras
quemaban. La distancia los había cambiado y él la había perdido. Perdido para
siempre. –YFG 2013
Para leer el principio de esta historia:
A veces deberíamos hacer esa misma llamada y cerrar los capítulos que dejamos abiertos en el pasado.
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