viernes, 13 de julio de 2012

Esto es una "pasarela"

Las personas. Muchas vienen y van. Iguales pero tan distintas. Muchos entienden el idioma y otros tantos no. Pero ahí van, caminando, buscando y haciendo historias. Desde aquí puedo sentir el sabor del café caliente que se lleva a la boca la doñita de al frente. Sí, lo sé, sé que tiene buen sabor, porque nada se compara con su expresión. Si la vieran, no deja de relamerse los labios. Y yo que no soy dulcera, ya estoy empalagada con tanto mantecado que se han dado de piquito estos dos "noviecitos". El arroz chino no lo cocinaron bien. Un padre enojado se levanta, va al puesto de comida china, dice dos y tres palabras, regresa con un nuevo plato y todos felices comiendo.

Las personas. Muchas vienen y van. Muchos siendos y otros aparentando "ser". Enamorados, tomados de la mano. Hombres agarrando por la cintura a su pareja como diciendo "Ella es mía y pobre de ti si me la miras". Algunas con sonrisa, como si fuera motivo de alagos y otras tiezas conociendo la verdadera razón; injusticia y manipulación en ese acto. Hombres, mujeres, ancianos y niños. Estos últimos con rabietas por no tener el juguete deseado. Padres sonrojados por no tener la autoridad suficiente y hacer entrar en razón a sus niños. Y sí, también por ahí van niños contentos con el helado que mamá y papá les compro como recompensa por haberse portado bien en las tiendas a pesar de la tortura que ha sido estar de lado a lado durante seis horas. 

Y es que aquí se ve de todo y se escucha todo. Por ejemplo el señor cuarentón que esta sentado en la mesa izquierda a la mía, le pregunta a su receptor que color de ropa interior lleva porque "no puedo esperar llegar a casa". Y no miento. Esto es real. Como también lo es ver a ellas (y también uno que otro ellos) utilizar el lugar como pasarela, haciendo referencia a la canción del yankee "boricua" provocando que los cuellos de muchos (y ¿por qué no? también de ellas) se mueva como un "abanico" de "lao a lao". Y es que si piensas que he visto mucho en tan poco tiempo de espera, ¡se equivoca!

Las personas. Muchas vienen y van. Sin bolsas y otras les faltan manos para dar abastos, entre esos, se encuentra una mujer que por su aspecto parece tener 26 años. Bolsa Zara, Banana Republic, GAB, Macy's y Mac. (Todas estas sin exagerar) ¿Y como me di cuenta de eso? Sencillo, tardo más de cinco minutos buscando en su bolso (así suena mas "chic") algún menudito que le ayudara a completar para un combo de whopper jr. en un famoso "fast food" del lugar. Y para que contarle del niño de seis años aproximadamente que camina hablando desde un iPhone. ¿Perdon? ¿Como es posible esto? Y no. No me digan que quizás es de su madre porque no lo creería. Ella va tres pasos más "alante" hablando con otro igual. Que me dicen de la señora muy apuesta que va contenta con el coche de bebe, se dobla para hacerle cariño y de pronto ¡ ta-ta-ta-tan!................ Un perro asoma su cabecita y le lame la cara. 

¿A donde quiero llegar con todo esto? A ningún lugar. Solo decir que aquí "todos vienen y van". 

2 comentarios:

  1. OMG!!! Me encanta!!! Que mucha razon tienen tus palabras. Describes muy bien la realidad de hoy en dia.

    ResponderEliminar