El sábado en la tarde, mientras unos nadaban en el lago, otros intentaban
cocinar la típica comida de universitario, otros aprovechaban para tener una
siesta. No lograban escuchar que al final del bosque se estaba desatando una
“tormenta”. No esas de ráfagas de vientos, ni lluvia, truenos, rayos. No. Una
mucho más simbólica. Esa noche el bosque estaba más oscuro de lo habitual. No
se sentía el viento, las ramas permanecían inmóviles. No fue necesario prender
fogata. Decidieron dormir con las casetas abiertas de par en par para poder
respirar. El calor era muy intenso. Ni siquiera las bebidas podían
refrescarlos. Mientras dormían una de las chicas creyó ver una sombra rápida
pasar de un lugar a otro. Con cautela despierta a sus amigos. Ninguno escucho
nada. Pensaron que era producto de la imaginación de su amiga, por haber bebido
demás. La joven intento tranquilizarse. No tardo en cerrar los ojos y sentir la
sombra nuevamente. Esta vez no lo había sentido solo ella. Todos se miraron,
pero no tuvieron valor para salir de la caseta y enfrentar aquello que tanto
les estaba perturbando.
La sombra se movía de un lugar a otro. Se escuchaba crujir las ramas. Se
alborotaban las hojas. Las pisadas eran cada vez más fuertes y ligeras. La
sombra se movía con mayor rapidez. La respiración de los jóvenes se
entrecortaba. El miedo invadía sus cuerpos. Pensaban que todo era producto de
su imaginación, pero la sombra seguía allí, moviéndose enloquecidamente,
tumbando todo a su paso. Luego de varios intensos minutos, la sombra
desaparece, la calma regresa pero los jóvenes seguían allí sin cerrar sus ojos.
Tan pronto la luz del sol alumbro todo el lugar, salieron de las casetas,
recogieron todo lo más rápido que pudieron.
Una vez más se escucha a lo lejos el aleteo de las aves, el crujir de las
ramas, el movimiento enloquecedor de las hojas cuando son alteradas por alguna
fuerza mayor. Cada vez más alto, cada vez más cerca. Sin pensarlo los jóvenes
comienzan a correr dejando a tras solo huellas. El ruido se apoderaba del
lugar. Cada vez estaba más cerca de ellos. Corrían desesperados implorando al
cielo la oportunidad de poder llegar al carro con vida y escapar de esa
pesadilla.
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Amiga!! si que has mantenido el suspense... me sentía como uno de los estudiantes de tu historia... y al final me eché a reir al ver lo que era lo sombra!
ResponderEliminarMuchiiiiiiiiiiisimos besos!!
Gracias por pasar por mi blog, por leerme y sobre todo por comentar. Aveces así me siento con él al rededor. Como una sombra. Hace travesuras y esta vez queria que fuera mi protagonista.
EliminarMillones de abrazo!!!!!!!
jijii es que me imaginé a Floppy y todo...
ResponderEliminarPD: ¿Así se llama tu cosa peluda verdad?
Sí, así mismo se llama. Es tan peludo, y bello!!!!!
EliminarMe parece que la entrada carece de sentido. Las descripciones no concuerdan con la foto. Te aconsejo que le hagas justicia al titulo de tu blog. Entre pensando que sería algo interesante pero solo tienes puras bobadas.
ResponderEliminarHola Anónimo
EliminarGracias por entrar a mi blog, leerme y comentarme. Para mí es muy importante la opinión de todo@s. ;)
Tomaré en consideración su consejo.
Lindo día.
=D
Genial! Me parece que el amigo anonimo que escribio es uno de esos creidos que no lee y critica todo!
ResponderEliminarEntretenido y de buen gusto! Observando la foto, creo que esa somra es una verdadera tormenta!
(Mi experiencia me dice que: "Se toman los consejos y observaciones de aquellos que se identifican. La gente que se mantiene en anonimato no debe tomarse en cuanta")
Gracias por tu consejo. =)
EliminarCiertamente, la sombra es sin duda alguna una tormenta!!!!! =)